viernes, 5 de octubre de 2012

La de las flores bonitas que él le dibujó


La historia de amor. 
Del amor.
La de los ojos ojos recién abiertos. 
Escribiendo historia. 
La del amor. 
El más bonito del mundo. 

Que empieza así. Afirmando.

Cuántas horas de conocimiento, de bolígrafos preciosos vomitando colores chillones y tristes y rojos. Azul. Conocimiento Tu camiseta azul olvidando yo masticando. Tu piel. Recordando el tacto de tu piel. No. Las horas de tu piel. Masticando huellas dactilares suaves. Escribir. Las horas. Tic. Tac. Luego seguidos. Las pilas se agotan. Se va el tiempo. Te quedas. A dormir te quedas. Me quedo. No me duermo. Me quedo. Me invento seis paraísos. Les prendo fuego. Me quedo. 

Fundidos.

Preguntando. Empieza así. Despertamos.

( La biblioteca era tu salón de juego preferido. Nunca salías. Ridícula y pequeña caías en la estantería de Baudelaire todas las veces del mundo. Gemías. Llorabas y volvías a salir. Corriendo. Para caer otra vez.
Yo era el de las miradas que no te tocaban. No respiraba. Siquiera estaba ahí. No nos conocimos. Gemías. Corriendo. Nunca salías. Baudelaire. )


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