martes, 20 de diciembre de 2011

lunes, 19 de diciembre de 2011


Un día de estos sonarán las campanas. Será un año más y 
a nadie le importarán las luces por 
las 
paredes.

Un día de estos, 
sonarán los corazones al amanecer helado y,  
absorberemos nieve de camas ajenas. 
Sin anestesia y a contra-corriente.

Y yo:
Sonámbula ya no, 
pero tampoco dormida. 
Coseré sobre los párpados  un océano 
en 
guerra con la orilla. 
Tan infinito como relleno de pasión. 
Sí, pasión. Porque aún es posible aunque la mayoría se
 empeñe en 
no creer
-lo.

Y yo soy más 
de:
Sentir.
Sí,
 permíteme sentirte. 
Teñirme las puntas con miel y susurrar por tu espalda 
caricias 
en tiempos de siesta. 

Hazlo. Escucha bien lo que te digo. 
Estos latidos son por tu no presencia.
Y yo soy 
cuanto:
Cabe en estas manos recién sacadas de algún país de nieve 
aún 
por 
descubrir.

Silencio.
Suena la campana.
Huele a muerte en el Amanecer.
 Una distancia que es viento del sur hacia el norte. 
A cuatro horas por segundo.

Ve. A desconocer un poco más las agujas del tiempo que a saber si llega.

Inspira









 



 
 

domingo, 11 de diciembre de 2011

*****


Tan predecible y tan finito como un cubito de hielo deslizándose por tu espalda.  
Tan dulce como la inocencia antes de su inevitable pérdida perfectamente ubicada en 
ese callejón sin salida llamado naufragio 
de 
mar 
olvidado.
Tan poco invierno como los tantos gemidos en habitaciones clandestinas-invencibles.

Demasiado desnuda. 
Sin ti.

Entra.
Y
Vete.
No te vuelvas a ir.

domingo, 4 de diciembre de 2011

****

Érase una vez una melodía. 
Eran tus dedos y. 
Era mi espalda despierta mirando. Fija y perpleja 
encuadrando cuatro ojos que son 
manchas
de noches 
y. 
Humo y
besos infinitos que no son besos pero deberían porque el
deseo y
eso.

Silencio.
Se descomponen lánguidas bellezas
Evocando momentos que
a saber si llegan 
antes
de
irse.

Eran el secreto y el enigma sofocados bailando la.
Ausencia. Que hiere y baila tres noches seguidas y se va justo cuando llega la media-noche para aparecer después de tres zapatos mal puestos en esos pies tan pequeños y ridículos. 
Como sus
manos
cuerpo y
lunar a la izquierda de ese recuerdo-llama-cicatriz.

Era en.
Presente. 
Eran.
Son.
No.
Ya no lo son.