domingo, 11 de noviembre de 2012

No te pongas emocional. Solo cómetelo.

No puedo llorar. Tengo que llorar y no puedo. Los domingos no fueron sino hechos para destrozarme. Eso es. Después de la nieve. Fue. Y fuimos. Antes. Cuando los orgasmos compartidos nos apuñalaban toda su significado. En todas las articulaciones de nuestros cuerpos masticando terremotos y estados de alarma. De guerra de paz. Rellenos de frío. Y luego calor y más calor. Un verano. Sí. Siempre olía a verano. Ahora es noviembre y hace frío. Ojalá un orgasmo. Ojalá. Ven. Ven. Ven. Voy a fumarme. Despacito. Me voy a vestir con los labios de rojo. Quemarme. Voy. Ven. Porque no volvimos, por qué. Terremotos. Noviembre. Verano. No puedo. Voy. Tengo que llorar. Puedo.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Fumar mata y todo tan bien ha vivido


Los miércoles solía temblar.


Y despedirme al entrar en casa. 
Tener las manos más frías que de costumbre.
Tener más besos que de costumbre.
Tener menos.
No tener.